Las leyes laborales de los diversos países tienen puntos ciegos o vacíos que muchas veces permiten que sucedan cosas que no debieran suceder bajo ningún punto de vista.
Por ejemplo, si un trabajador lleva muchos años en una empresa y desean despedirlo, su indemnización seguramente será muy alta y, para no pagarla, la organización comienza a llevar a cabo una serie de acciones en contra del trabajador a fin de que este opte por renunciar, evitándose así el pago de la indemnización.
Este ejemplo ilustra muy bien el llamado mobbing o acoso laboral, que no es otra cosa que el hostigamiento, de diversa índole, en el lugar de trabajo.
Pocos trabajadores conocen sus derechos y son víctimas fáciles de este acoso. Otras veces, pocas gerencias o altas jerarquías conocen en profundidad lo que sucede en otros departamentos o en puestos que están bajo su dirección, lo que permite a cargos intermedios cometer acciones incorrectas con distintos fines, tales como escalar en el empleo actual o simplemente molestar a colegas con quienes no congenian.
Este acoso puede darse de diversas formas, desde ofensas verbales pasivas-agresivas hasta violencia física y puede darse en lapsos de tiempo muy prolongados. Existen casos documentados de personas que han llegado a quitarse la vida producto del trato recibido en sus lugares de trabajo, luego de ser víctimas durante años de constantes insultos y agresiones.
Esta forma de violencia también puede darse en diversos niveles: entre pares, con los superiores, hacia sus jefes o desde sus jefes y muchas veces son difíciles de detectar, debido a que la prueba de los mismos debe ser contundente y no siempre es fácil conseguirlas.
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Tipos de acoso:
Como se mencionó con anterioridad, existen diversos tipos de acoso. Entre los que mencionaremos los más comunes:
- Cambiar instrucciones a última hora, obligando a permanecer más tiempo en el lugar de trabajo.
- Entregar asignaciones a trabajadores que se sabe no tienen las competencias para realizarlas, sólo para señalar que no son capaces de hacer su labor, aún cuando no les corresponden.
- Dar plazos breves para trabajos muy amplios, sabiendo que no se entregarán en fecha.
- Ignorar su presencia, desde no saludarlo a darle la espalda.
- Mentir o manipular información para perjudicar a un trabajador.
- Agredir o ser irrespetuoso con las creencias personales.
- Difamar a la persona en el lugar de trabajo.
- Tratar a alguien de un modo distinto a como se trata al resto.
¿Qué se puede hacer?
Mientras se toma medidas legales, que no siempre suelen ser fáciles, se pueden reunir pruebas de las situaciones vividas. Si la situación es entre pares, hablar con el supervisor y solicitar ayuda. La intervención de psicólogos laborales puede resultar muy útil en estos casos.
Preocúpese siempre de salud mental y, ante cualquier situación, pida ayuda. Pida hora en línea o visite nuestro centro.