“Básicamente, el divorcio suele intensificar la dependencia del niño y acelerar la independencia del adolescente; a menudo provoca una repuesta regresiva en los niños y una respuesta desadaptativa en los adolescentes.”
Dr. Carl Pickhar
Cuando la separación de los padres es un hecho inminente y ya no hay vuelta atrás, se debe comprender de qué forma esta decisión afectará a los hijos, el sufrimiento que sentirán y los cambios que los afectarán.
Es indispensable que los padres aborden el tema y sea cual sea la raíz de esta separación, deben ser responsables al manejar de forma adecuada la crisis y ser capaces de preocuparse por el porvenir de sus hijos y de su estabilidad emocional, mental y física.
Se debe tomar en cuenta el sentimiento de pérdida en los hijos, de manera que estos no se culpabilicen de la situación. Es clave tener en claro que la ruptura de la pareja no será cosa de solamente dos, si hay hijos de por medio.
El impacto que generará la ruptura de los padres en el niño dependerá de la edad y grado de madurez de éste, pero las consecuencias irán en función de cómo los padres se comporten y resuelvan la situación.
Algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta, son:
- Debido a los cambios y alteraciones emocionales, el sistema inmune de los niños se reciente. Por lo tanto, están más propensos a enfermar, sobre todo los primeros meses posteriores.
- Un estudio demostró que los hijos de padres separados que no fueron atendidos en sus necesidades a tiempo, tienen más dependencia al alcohol y las drogas en una edad temprana. (Alonzo, D., Thompson, R., Stohl, M., y Hasin, D. (2014). The influence of parental divorce and alcohol abuseon adult offspring risk of lifetime suicide attempt in the United States. American Journal of Orthopsychiatry, 3(84), 316- 320)
- Hijos de padres divorciados o separados se encuentran más vulerables al descenso en el rendimiento escolar.
- Muchos de estos niños sienten sensación de abandono.
Según su edad y estado de desarrollo y madurez, la ruptura puede afectar de diversas formas:
- En edad preescolar los niños se encuentran en una etapa muy importante de su desarrollo, por lo que frente a un divorcio traumático podría aparecer un retroceso en sus habilidades psicomotoras, la producción de lenguaje o el control de esfínteres, y en el desarrollo de miedos.
- En la edad escolar los niños comprenden plenamente lo que es un “divorcio”, por lo tanto, se preguntarán si juegan un rol dentro de la problemática. En muchos casos existe la ilusión de que los padres vuelvan a reunirse, lo que provocara decepción, frustración o enfado. Algunos niños pueden demostrar su frustración en comportamiento agresivo y otros replegándose a sí mismos, atenuando habilidades como la sociabilidad o la demostración de emociones y pensamientos.
- La adolescencia comprende una etapa de mayor complejidad asociada a la búsqueda de la propia identidad. Aún necesitan el apoyo de sus padres, por lo que si el proceso de divorcio se genera en esta edad, por lo general, podría existir un aumento en la inseguridad, o responder desafiando los límites y buscando apoyo entre sus pares.
Errores recurrentes al afrontar el proceso de ruptura:
- Transmitir odiosidad y decepción al niño, continuamente estar expresando comentarios que dañan la percepción que tiene el niño o niña hacia su padre o madre. Esto puede generar sentimientos negativos basados en la rabia, lo que puede producir un distanciamiento emocional que afectará al niño en el futuro.
- Otro error recurrente originado en los sentimientos negativos que se tienen hacia la ex pareja, es forzar la elección o preferencia entre un padre y otro.
- De existir una nueva pareja, la niña o niño debe iniciar el proceso de vinculación de una manera progresiva, respetando sus tiempos y generando espacios en común. De ningún modo se debe generar la convivencia apresurada, más bien se trata de buscarr un equilibrio en la consolidación del vínculo y la aparición de esta nueva persona que entra en su mundo.
Es recomendable el apoyo profesional en la mayoría delos casos. El profesional proporciona herramientas y estrategias tanto a los padres como a los niños en esta difícil situación. Es por esto que es una opción a considerar, ya que en estos momentos estresantes las relaciones pueden deteriorarse mucho.
Todas las decisiones que se toman en la vida, en pos de un porvenir mejor, deben ser evaluadas y contenidas; por el bienestar de todos. Los hijos no son los que se divorcian, ellos siguen formando parte de ambos padres.