Si su familia experimenta alguno de los problemas ya mencionados, o si siente que las cosas no están realmente bien, es bueno buscar una manera de mejorar las relaciones entre las partes. Incluso familias que aparentemente no tienen conflictos se comportan como si todos fueran extraños entre sí, simplemente individuos que comparten un espacio físico. En parte esto se puede deber a incapacidad de mantener un vínculo genuino entre las partes, en donde las conversaciones nunca son realmente profundas y muchas veces la tecnología, a través de las redes sociales o pasatiempos virtuales, es el lugar donde las personas se desahogan y buscan amor, comprensión y ternura.
Por esto, si su familia pasó o está pasando por una situación conflictiva, no dude en acudir a nuestro centro de atención psicológica para familias. Nuestros terapeutas especializados podrán ayudar a orientar su decisión y mejorar la manera en que su familia conversa, interactúa y vive. Por lo general en esta terapia se incluyen los padres e hijos, pero también pueden y deben participar otros miembros relevantes, como pueden ser tíos o abuelos.
Si cree que su familia ya está perdida y que no hay forma de restablecer los vínculos, siempre es mejor darle una oportunidad y buscar un acercamiento positivo. Incluso en los peores casos hay espacios para el diálogo, la reconciliación y el perdón. Estos cambios nunca son fáciles o rápidos, a veces requieren recordar un pasado doloroso o reconocer culpas o miedos de gran impacto en nuestras vidas.